Ignacio Granero nace en Sevilla, en donde comienza sus primeros contactos con el aprendizaje de la pintura al tiempo que realiza sus estudios de Medicina entre 1970 y 1976.
Desde 1978 vive en Galicia, en donde compagina desde hace más de treinta años su labor de pintor con la de médico en el Ribeiro.
Ignacio Granero lleva pintando prácticamente toda su vida. Sin embargo, su nacimiento como artista se produce en su madurez realizar los cursos de Técnico Superior en Artes Plásticas e Deseño de Ilustración en la "Escola de Arte Antón Failde" y los de la Escuela de Artes y Oficios de la Diputación de Ourense. En sus trabajos encontramos los elementos propios de la pintura de todos los tiempos, como composición, dibujo, perspectiva, cuidado cromático, que no olvida en ningún momento pero que son el punto de partida para la investigación, la ruptura geométrica del lienzo, el trabajo con diferentes texturas pictóricas o con diversos materiales orgánicos, la utilización de jóvenes técnicas creativas como el diseño con programas de ordenador. Como ejemplo de esto tenemos unos paisajes bien concebidos en la composición, que evitan la rigidez de un trabajo preciosista gracias al trabajo matérico que las dota de una cuidada energía interna.
El resultado es la búsqueda de la belleza en el camino del equilibrio, de la técnica, de la investigación. Los cuadros forman parte de una poética de la pintura, son obras que se presentan orgullosas de ser un joven mundo creativo, un reposo visual dentro de la compleja atmósfera artística actual.
Desde 1978 vive en Galicia, en donde compagina desde hace más de treinta años su labor de pintor con la de médico en el Ribeiro.
Ignacio Granero lleva pintando prácticamente toda su vida. Sin embargo, su nacimiento como artista se produce en su madurez realizar los cursos de Técnico Superior en Artes Plásticas e Deseño de Ilustración en la "Escola de Arte Antón Failde" y los de la Escuela de Artes y Oficios de la Diputación de Ourense. En sus trabajos encontramos los elementos propios de la pintura de todos los tiempos, como composición, dibujo, perspectiva, cuidado cromático, que no olvida en ningún momento pero que son el punto de partida para la investigación, la ruptura geométrica del lienzo, el trabajo con diferentes texturas pictóricas o con diversos materiales orgánicos, la utilización de jóvenes técnicas creativas como el diseño con programas de ordenador. Como ejemplo de esto tenemos unos paisajes bien concebidos en la composición, que evitan la rigidez de un trabajo preciosista gracias al trabajo matérico que las dota de una cuidada energía interna.
El resultado es la búsqueda de la belleza en el camino del equilibrio, de la técnica, de la investigación. Los cuadros forman parte de una poética de la pintura, son obras que se presentan orgullosas de ser un joven mundo creativo, un reposo visual dentro de la compleja atmósfera artística actual.